jueves, 31 de diciembre de 2015

El cometa Catalina, últimos días para verlo

El cometa Catalina, es un espectacular cuerpo celeste que nos está visitando este mes de diciembre y los primeros días del año próximo. Una vez que pase, se irá junto con el 2015 y no volveremos a verlo.

Según los expertos, este cometa viene de las profundidades del espacio, probablemente desde la Nube de Oort.


El cometa Catalina tiene dos colas. Una está formada por gases y otra por polvo y hacen que este cometa sea uno de los más fotogénicos que se han visto en mucho tiempo.

Si vives en el hemisferio sur tu oportunidad de verlo ya pasó. Pero, para quienes están en el hemisferio norte, los expertos aseguran que el mejor momento para observarlo será alrededor del 17 de enero. Sin embargo, en la víspera de año nuevo, estará pasando muy cerca de una de las estrellas más brillantes en el firmamento: Arturo. Si hay un momento para intentar fotografiar a Catalina en todo su esplendor, sin duda será cuando pase la nochevieja junto a Arturo.


Fuente:
Batanga


miércoles, 30 de diciembre de 2015

¿Cuál es el mejor lugar del mundo para vivir?


Un estudio hecho por la Organización de las Naciones Unidas señala que Noruega es el mejor lugar del mundo para vivir, y lo ha sido por los últimos 12 años. El índice mide esperanza de vida, educación y estándar de vida.

Estas son algunas de las razones por la que Noruega es clasificada como el mejor país del mundo.

1. El sueldo es elevado

Los noruegos ganan un promedio de 64.992 dólares unos 8.000 más que los estadounidenses. El éxito económico de Noruega viene al menos en parte, de su economía impulsada por el petróleo y la industria del turismo floreciente.


2. La violencia es baja

Las tasas de homicidio, encarcelamiento y la violencia con armas en Noruega se encuentran entre las más bajas del todo mundo.


3. El sistema educativo es bueno

La educación pública es gratuita en Noruega, y la mayoría de los noruegos asisten a la escuela durante unos 18 años. El país también tiene una de las tasas más altas de alfabetización mundial en adultos.


4. El riesgo de enfermedad es bajo

Los noruegos son mucho menos propensos a contraer enfermedades infecciosas como la malaria, la tuberculosis y el VIH. Sólo alrededor del 0,1% de la población está en riesgo de alguna de las tres enfermedades, según el informe.


5. Igualdad de género

Cada año, la ONU también libera un Índice de Igualdad de Género, que mide las brechas en el nivel de educación, ingresos, oportunidades de carrera, la representación del gobierno, y la esperanza de vida entre hombres y mujeres.
En la escala de 0 a 1, las puntuaciones más cercanos a 1 indican una mayor igualdad de género. Noruega se ubica en 0.996.


6. La contaminación ambiental es mínima

Noruega tiene algunas de las aguas más limpias del planeta: más del 60% de los ríos y lagos de Noruega tiene un muy buen estado ecológico. El país emite sola la mitad de dióxido de carbono. En marzo, Noruega se comprometió a reducir los gases de efecto invernadero en un 40% en los próximos 15 años.


7. Los noruegos viven más años

La esperanza de vida es de 82 años en Noruega (sólo dos años detrás de Japón, donde la gente vive más tiempo). Los Noruegos disfrutan de un sistema de salud universal, y todos los hospitales son financiados públicamente.


Fuente:
Planeta Curioso


martes, 29 de diciembre de 2015

La primera página web cumple 25 años

En la navidad de 1990, Tim Berners-Lee había desarrollado todas las herramientas necesarias para trabajar la Web: el Protocolo de transferencia de hipertexto (HTTP por sus siglas en inglés) 0.9, el Lenguaje de Marcado de Hipertexto (HTML por sus siglas en inglés), el primer navegador web (llamado WorldWideWeb, que fue también un editor de páginas web), el primer servidor de aplicaciones HTTP (luego conocido como CERN httpd), el primer servidor web (http://info.cern.ch) y las primeras páginas web que describían el proyecto mismo.

En realidad esa página no se hizo publica sino casi un año después, en agosto de 1991. El primer gran paso para masificarla se dio en 1993, debido al lanzamiento del navegador Mosaic. Berners-Lee hoy sigue involucrado en todo lo que tiene que ver con la Web, luchando contra la censura de los gobiernos y apoyando la neutralidad de la red.


Este primer sitio web se encontraba alojado en el ordenador NeXT del propio Berners-Lee, y describía las características básicas de la web. Además, también se podían encontrar en aquella primera página las instrucciones sobre cómo acceder a la información proporcionada por otras personas en la web y cómo desarrollar tu propio servidor.


Fuente:
Xatakaciencia


lunes, 28 de diciembre de 2015

¿Cuánto pesa un extraterrestre?

El diario 'The Sun' de Nueva York causó una gran sensación al publicar en 1835 la noticia de que se habían descubierto criaturas en la Luna. El autor pretendía hacer una broma, pero los lectores se lo tomaron en serio. En esos tiempos, se creía que existían los extraterrestres. Casi dos siglos más tarde, esa creencia ha vuelto a resurgir. El pasado mes de julio, el multimillonario ruso Yuri Milner se comprometió a aportar en 10 años 100 millones de dólares para un proyecto que buscará señales de inteligencias alienígenas.

La iniciativa no es una excentricidad. En 1995, se descubrió el primer planeta extrasolar o exoplaneta. Desde entonces, se han encontrado miles, algunos potencialmente parecidos a la Tierra. En los últimos años, se han sucedido las conferencias sobre exoplanetas habitables.

Quizá este caldo de cultivo ha facilitado que la respetable revista Monthly Notices Letters of the Royal Astronomical Society haya publicado un curioso trabajo de Fergus Simpson, investigador posdoctoral en física de la Universitat de Barcelona. En él, el científico concluye que, de existir, los extraterrestres inteligentes tendrían una talla más parecida a los osos polares que a los humanos. En concreto, la mitad de las especies alienígenas conscientes pesarían más de 310 kilogramos. Nada de hombrecillos verdes. Simpson es sin duda una persona creativa no es un extravagante. El trabajo emplea con todo rigor la estadística bayesiana, una herramienta matemática de las más avanzadas.

El punto de partida es que no se debería tomar al homo sapiens y a la Tierra como el modelo de lo que es una especie inteligente y de su hogar. "Si paras a una persona y le preguntas de qué equipo es, lo más probable es que sea de uno de los grandes. Sin embargo, si tu pregunta es: '¿Cómo es el equipo de fútbol típico?', entonces la respuesta debería ser uno de la multitud de equipos", explica Simpson. De la misma manera, la mayoría de los humanos viven en pocos países grandes y muy poblados. Pero el país típico es pequeño.

El científico extiende este razonamiento al conjunto de planetas que podrían albergar vida inteligente. Es más probable vivir en un planeta muy poblado que en uno poco poblado. En consecuencia, si hay que hacer una apuesta, es más sabio asumir que los humanos pertenecemos a un planeta de los muy poblados. Dicho de otra manera, la mayoría de los otros planetas con seres inteligentes deberían estar menos poblados que la Tierra.

El razonamiento va un paso más allá. En la Tierra, cuanto más pequeña es la población de una especie, más grande suele ser su talla: hay menos humanos que hormigas, y menos hormigas que bacterias. ¿Ocurre lo mismo a escala planetaria? Simpson argumenta que sí. Los habitantes de un planeta no pueden consumir más energía que la que les proporciona su estrella. Así que los individuos que pertenecen a poblaciones pequeñas pueden desarrollar cuerpos grandes, que consumen más energía. Por lo tanto, si la mayoría de los pueblos alienígenas son menos numerosos que los humanos, deben ser más corpulentos.

Con estas y otras premisas, Simpson pone en marcha la maquinaria estadística que le proporciona la cifra de los 310 kilos, que representa más o menos el peso de un oso polar. Pero ese no es el peso de todas las especies alienígenas inteligentes. Existen las mismas probabilidades que una especie alienígena pese más o menos de esa cantidad. Pero lo interesante es saber que es un peso mucho mayor que el de los humanos.

Con el mismo razonamiento empleado para la población, Simpson concluye también que la mayoría de los otros planetas con alienígenas conscientes serían más pequeños que la Tierra."Según mis cálculos, es inútil buscarlos en planetas que tengan más del 20% más que el radio de la Tierra", explica el investigador.


Fuente:
El Periódico


jueves, 17 de diciembre de 2015

Ofiuco, el ‘signo’ del zodiaco que descoloca a los astrólogos

En enero de 1995, Jacqueline Mitton, de la Real Sociedad de Astronomía británica, anunciaba en una serie de divulgación de la BBC que los 12 signos del zodíaco no solo estaban erróneamente adelantados, por los efectos de precesión que sufre la Tierra, sino que eran, en realidad, 13. Mitton explicaba que la eclíptica (el aparente recorrido anual del Sol por los cielos) atraviesa una decimotercera constelación: Ofiuco, versión latina de Asclepio, el dios griego de la medicina. Es más, en realidad, la eclíptica siempre había atravesado esa constelación, solo cambian las fechas con los siglos. Si imaginamos el Sol como un círculo, este año su centro salió del Escorpión y entró en Ofiuco el 30 de noviembre, a las 10:00 UT (Tiempo Universal), y saldrá de Ofiuco para entrar en Sagitario el 18 de diciembre, a las 17:30 UT. ¿Cómo afectaba eso al horóscopo de aquellas personas nacidas entre el 22 de noviembre y el 21 de diciembre, es decir, de signo Sagitario? Los astrólogos, descolocados, tenían un problema: integrar esta constelación como signo del Zodíaco.

Para entender este desaguisado astral, empecemos explicando que una constelación es una agrupación “aparente” de estrellas: aunque parecen hallarse en el mismo plano, en realidad se encuentran a diferentes distancias sin que necesariamente exista relación entre ellas. Por convenio, hoy es cada una de las 88 áreas en que se divide el cielo así como el grupo de estrellas que contienen. Sin embargo, a lo largo de la historia y empezando en Mesopotamia, el número total de constelaciones y el área que ocupaban variaban según el autor que catalogaba las estrellas. Entre 1922 y 1930, estas constelaciones y sus abreviaturas oficiales fueron definitivamente establecidas por la Unión Astronómica Internacional (IAU).

El zodíaco astronómico es un cinturón imaginario que se distribuye en el ecuador celeste y sobre el que se sitúan las 12 antiguas constelaciones, de distintos tamaños, designadas con los nombres de las figuras que sus contornos evocaban a los antiguos: el Carnero, el Toro, los Gemelos, el Cangrejo, el León, la Virgen, la Balanza, el Escorpión, Sagitario o el Arquero, Capricornio, Acuario o el Aguador y los Peces (algunas más conocidas por su nombre latino, como Aries, Virgo y Libra). Ofiuco, que ya Ptolomeo incluyó entre las 48 constelaciones de su Almagesto, probablemente no se tuvo en cuenta porque, además de no gustarles el número 13, dividir la banda zodiacal de 360º entre 13 constelaciones no daría un número exacto, y sí entre 12 uniendo Escorpión y Ofiuco.

El zodíaco astrológico, por su parte, está dividido en 12 porciones iguales de 30 grados, a cada una de las cuales le corresponde un signo: Aries, Tauro, Géminis, Cáncer, Leo, Virgo, Libra, Escorpión, Sagitario, Capricornio, Acuario y Piscis (algunos presentan pequeñas variaciones en el nombre con respecto a las constelaciones astronómicas).

Fue el astrónomo griego Hiparco de Nicea quien en el siglo II a.C. dedujo que la Esfera Celeste tenía un movimiento retrógrado al que denominó precesión. Debido a la influencia gravitatoria de los demás cuerpos del Sistema Solar y a la esfericidad de nuestro planeta, la Tierra se comporta como una peonza de forma que las posiciones relativas de las estrellas respecto al ecuador y a los polos varían a lo largo de un ciclo de unos 26.000 años en que la Tierra da una vuelta completa alrededor del eje de la eclíptica.

Sin embargo, la reivindicación de Ofiuco como constelación zodiacal entre el Escorpión y Sagitario no se debe a la precesión, que solo afecta a las fechas, sino al trazado del mapa celeste clásico y, sobre todo, tras la división arbitraria del cielo en constelaciones por parte de la IAU. Su nombre deriva del griego y significa “el que sostiene a la serpiente”. De hecho, esta constelación se representa con la figura de Asclepio, quien agarra con las manos una serpiente (la constelación de Serpens, en latín), con la cabeza hacia el oeste y la cola hacia el este. Recordemos que el emblema de serpientes entrelazadas es el símbolo de la profesión médica.

Ofiuco continúa la leyenda de Orión y el Escorpión. Cuenta el mito griego, que la diosa cazadora Ártemis quiso vengarse del también cazador Orión, quien alardeaba de ser capaz de matar a todas las bestias salvajes, además de acosar de continuo a las Pléyades, las siete ninfas convertidas en palomas. Por ello, la diosa le mandó a un escorpión, que le persiguió y le picó en el talón, matándole con su veneno. Los dioses trasladaron al cielo tanto a Orión como al escorpión, aunque alejados para que no pudieran volver a encontrarse; de hecho, Orión se esconde en cuanto el Escorpión asoma sus pinzas. Conforme el Escorpión asciende por el horizonte oriental, Orión muere y se pone por el oeste. Pero Asclepio, con los poderes sanatorios que Apolo y Quirón le enseñaron, curó al cazador y aplastó al escorpión con el pie. Por ello, Orión resurge por el este, mientras que el animal es aplastado por el oeste.

Lamentablemente, en el interés por la astronomía existe -aún hoy- una componente astrológica que hunde sus raíces en la antigüedad. Astronomía y astrología no se diferenciaron conceptualmente hasta el siglo VI d.C., cuando San Isidoro de Sevilla estableció distinciones importantes entre estas dos materias en el tercero de los 20 libros de sus Etimologías, como han estudiado Antonio Aparicio y Francisco Salvador Ventura. Según el prelado sevillano, la astronomía propiamente se dedica al conocimiento abstracto de la salida, ocaso y movimiento de los astros. En cuanto a la astrología, diferencia entre una "astrología natural", que se encarga de la observación del camino del Sol y de la Luna y de determinadas posiciones de las estrellas, y una "astrología supersticiosa", que predice el futuro a través de las estrellas, asigna una parte del alma y de los miembros del cuerpo según los 12 signos del cielo y ordena el nacimiento y costumbres de los hombres según ellos.

El sentido de la "astrología supersticiosa" -las supuestas influencias de los cuerpos celestes en la vida y el destino humanos- es el que adquiere la astrología actual. Cuenta Isidoro que fueron los caldeos los primeros en utilizar la observación relacionándola con el nacimiento y que fue Abraham quien la instituyó entre los egipcios. Aun así, la confusión perduró hasta muchos siglos después. Es más, muchas observaciones astronómicas importantes fueron hechas con propósitos astrológicos. El propio Johannes Kepler tuvo que dedicarse por necesidad a la astrología y se disculpaba por esta lucrativa actividad diciendo que así como la naturaleza ofrecía a cada ser medios de subsistencia, así había puesto a la astrología como ayuda de la astronomía, con la cual por sí sola no habría podido vivir. Curiosamente, la constelación de Ofiuco alberga -entre otro contenido astronómico de gran interés, como la Estrella de Barnard-, los restos de la explosión de una estrella moribunda en 1604, conocida como la Supernova de Kepler. Esta espectacular supernova, que pudo verse a simple vista y en el momento de máxima luminosidad, fue observada por el astrónomo alemán, quien escribió De Stella nova in pede Serpentarii (Sobre la nueva estrella en el pie del portador de la Serpiente).

Otra prueba de que no hubo distinción entre astrónomos y astrólogos durante mucho tiempo es el hecho de que la Universidad de Salamanca mantuviera la cátedra de “astrología” hasta el siglo XVII. Fue Entonces cuando astronomía y astrología se divorciaron definitivamente, adoptando diferentes sentidos. Sin embargo, es verdad que el origen etimológico de la palabra astrología, “la ciencia de los astros”, no contribuye en absoluto a mantener clara esta distinción.


Fuente:
El País


martes, 15 de diciembre de 2015

La influencia de la luna en las plantas

La luz de la Luna influye en muchísimas cosas y dentro de estas en el desarrollo de las plantas, incidiendo en la germinación de sus semillas y en la realización de la fotosíntesis de la planta.

Luna Nueva. Se llama Luna Nueva (novilunio) al momento en el que la Luna se sitúa entre la Tierra y el Sol. Es el momento en el que nosotros desde la Tierra no la podemos ver. Esto ocurre cada 29 días y medio. Es el mejor momento para abonar y fertilizar las plantas, retirar hojas marchitas y malas hierbas.

Luna Llena. (Plenilunio) es el momento en el que la Tierra se encuentra entre el Sol y la Luna. Podemos observar a la Luna en toda su plenitud. Sucederá más o menos a las dos semanas de la Luna Nueva. Es el momento adecuado para recolectar los frutos nuestras plantas y hortalizas.

Luna creciente. La Luna en su recorrido alrededor de la Tierra a realizado 1/4 de vuelta y la observamos en forma de D. Es el momento de sembrar plantas de flor el desarrollo de la planta es mucho más rápido. Se recomienda también podar.

Luna menguante. Se produce a la semana de la Luna Llena. Vemos a la Luna en forma de C, es el momento de sembrar hortalizas de raíz, realizar trasplantes y acabar con las plagas.


Fuente:
El Huerto en Macetas


lunes, 14 de diciembre de 2015

¿Stonehenge fue construido en Gales?


El reciclaje de útiles es algo que cada vez se ve menos, dado que, a menudo, resulta más barato comprar un producto nuevo que arreglar el viejo. Por supuesto pervive y, es de suponer, pervivirá en mayor medida, pero nunca como en tiempos anteriores. Si echamos la vista atrás veremos que nuestros antepasados practicaron esa costumbre en múltiples aspectos, desde la ropa a las herramientas, pasando por armas e incluso construcciones arquitectónicas. Por eso no debe sorprendernos que también ocurriera con los monumentos.

Efectivamente, sabemos que muchos faraones usurparon los de sus predecesores, limitándose a incorporar el cartucho con su nombre en sustitución del anterior. Pero a nadie se le hubiera ocurrido pensar que ese tipo de usurpación llegara a una época tan lejana como la Prehistoria. Es lo que nos hemos encontrado estos días al leer la noticia de que ese célebre conjunto megalítico llamado Stonehenge podría ser en realidad un monumento de segunda mano.

Vamos por partes. Stonehenge es un crómlech, es decir, un grupo de dólmenes (menhires cubiertos por losas horizontales) colocados en forma de círculo o elipse, cuya erección se sitúa cronológicamente entre el Neolítico y la Edad del Bronce, hace unos 5.000 años aproximadamente. En concreto, está formado por 32 bloques de arenisca dispuestos en 4 circunferencias concéntricas, así como por una serie de hoyos, senderos, fosos y caminos procesionales. Su uso era ritual, aunque no está claro si orientado hacia lo funerario, lo astronómico, lo religioso o todo a la vez.

El caso es que este misterioso rincón de Amesbury, Inglaterra, acaba de saltar a los medios de comunicación por un peculiar descubrimiento arqueológico. Bueno, para ser exactos, dicho descubrimiento tuvo lugar un poco más allá, en las colinas de Preseli, en Pembrokeshire (Gales), donde un equipo dirigido por Mike Parker Pearson, profesor de Prehistoria del University College of London, sometió a la prueba del carbono-14 unos agujeros de las rocas de los afloramientos de Carn Goedog y Craig Rhos-y-Felin, coincidentes en tamaño y forma con los que sirven para sostener los dólmenes de Stonehenge.

Los resultados fueron sorprendentes, como explica Pearson: “Tenemos fechas alrededor del 3400 a.C. para Craig Rhos-y-felin y 3200 a.C para Carn Goedog, lo que es intrigante porque las piedras azules no se pudieron colocar en Stonehenge hasta el 2900 a.C. aproximadamente”. Esas piedras azules -su nombre se debe al tono azulado de la arenisca- que cita son las que constituyen uno de los anillos interiores, el que encierra una estructura con forma de herradura donde está el llamado Altar.

El caso es que dichos resultados no sólo confirman algo que ya se sospechaba, que dichas piedras proceden de Pembrokeshire, sino que también en ese paraje galés habría un monumento megalítico cinco siglos antes, según se deduce de la datación y del hallazgo de varias piedras reunidas como para ser transportadas. ¿Directamente de la cantera a Stonehenge? Los arqueólogos opinan que es más probable que a un megalito local que luego habría sido desmantelado para reaprovechar sus materiales en el inglés. En otras palabras, Stonehenge sería un monumento de segunda mano que habría sido trasladado desde su ubicación anterior.

La clave ahora está en encontrar el monumento original, que podría explicar por qué se desmontó. También cuál fue la ruta seguida por esas piedras hasta Stonehenge; la hipótesis actual es que se llevaron hacia el norte para luego trasladarlas por mar (en Sait David’s Head) o por tierra (más o menos, siguiendo la ruta de la actual autopista A40), algo meritorio teniendo en cuenta que su peso ronda las 2 toneladas y fue necesario transportarlos durante 126 kilómetros. Hay una nueva campaña de excavaciones prevista para 2016 que quizá aclare las cosas.


Fuente:
La Brújula Verde


domingo, 13 de diciembre de 2015

Oxitocina, la hormona del amor

Cuando dos personas están enamoradas sus cerebros liberan oxitocina. Esta hormona está directamente relacionada con la capacidad de construir relaciones saludables y a largo plazo con las personas, ya que ayuda a crear lazos interpersonales: no solo está directamente relacionado con el sexo, sino también con el proceso de nacimiento y lactancia.

Esto se debe a que la oxitocina estimula el centro de recompensa en el cerebro masculino, lo que aumenta el atractivo de su compañera y fortalece la unión monogámica. La oxitocina es la que nos hace la excepción a la norma de los mamíferos, que no suelen tener una única pareja sexual. La hormona del amor actúa como una especie de droga para las parejas que están en una relación a largo plazo. Esto también podría explicar por qué las personas se sienten mal o se deprimen al finalizar una relación: los niveles de oxitocina bajan y el sistema de recompensa está subestimulado.

La oxitocina no solo hace que el amor esté en el aire, también es la responsable de situaciones sociales negativas ya que genera miedo y ansiedad. Esto se debe a que la hormona fortalece la memoria social de una región específica del cerebro, y también aumenta las posibilidades de sentirse estresado o ansioso en eventos sociales.

Estudios científicos han demostrado que los altos niveles de oxitocina en un hombre permiten que haya una mejor relación entre él y su hijo recién nacido. Ellos están más sensibles y dispuestos a jugar, y los pequeños se muestran más receptivos al cariño paterno.

Recientes estudios han demostrado que si se utiliza un inhalador con oxitocina aumenta el procesamiento de información social en niños con autismo. Es como si abriera los «poros sociales» del cerebro, permitiendo que este «entienda» mejor los procesos sociales y ayuda a sintonizar mejor los objetos que inhiben el aprendizaje.

Parece ser que la oxitocina es la hormona del amor, y mucho más, ya que puede ayudar a nuestro cerebro a lidiar con diferentes tipos de situaciones. Las hormonas, así como el resto de los compuestos químicos que se producen en el cuerpo son fundamentales para nuestro funcionamiento cotidiano: no solo las funciones fisiológicas, sino también los procesos psicológicos y sociales que desarrollamos permanentemente.


Fuente:
Batanga

viernes, 11 de diciembre de 2015

Dormir mal es peor que dormir poco

Después de una mala noche de sueño, lo más lógico es que nuestro estado de ánimo no pase por su mejor momento. Sin embargo, ¿qué nos afecta más, dormir pocas horas o despertarnos varias veces durante la noche? Según un nuevo estudio llevado a cabo por la Escuela de Medicina de la Universidad Johns Hopkins en Baltimore (EE.UU.) el mal humor está más asociado a una mala noche más que a la falta de horas de sueño.


Los investigadores realizaron un experimento con 62 hombres y mujeres sanos asignados al azar en distintas habitaciones que representarían variables diferentes del estudio: al primer grupo no se le interrumpió el sueño en ningún momento de las tres noches en total que duró el experimento (grupo de control); el segundo grupo tuvo que retrasar varias horas el momento del descanso; el tercer grupo, fue despertado deliberadamente ocho veces durante el sueño cada una de las noches. Las fases del sueño de todos los participantes fueron monitorizadas mediante polisomnografía, que registra las ondas cerebrales, los niveles de oxígeno en la sangre, la respiración, la frecuencia cardíaca y los movimientos de los ojos y de las piernas durante el sueño.

Los resultados revelaron que las personas cuyo sueño fue interrumpido frecuentemente durante estas tres noches consecutivas informaron de un estado de ánimo significativamente peor (una reducción del 31% en el estado de ánimo positivo) que aquellos que habían dormido menos horas (que sufrieron una reducción de su buen humor de apenas un 12%), debido a que se habían acostado más tarde. Esto es, la interrupción del sueño era más perjudicial para el estado de ánimo que la falta de sueño.

Respecto a las pruebas de polisomnografía, los expertos descubrieron que el grupo al que se le interrumpió el sueño varias veces experimentó también períodos más cortos de sueño profundo (la fase más importante de todas) en comparación con el grupo que durmió menos horas.

Dormir las horas necesarias, entre 7 y 9 para los adultos de entre 18-64 años de edad y entre 7 y 8 para los mayores de 65 años, es necesario para ayudar a mejorar nuestro sistema inmunológico, nuestra productividad y, por supuesto, nuestro estado de ánimo. Ahora, además, podemos afirmar que la calidad del sueño es tan importante como su duración y podría explicar por qué muchas personas con insomnio crónico sufren depresión.


Fuente:
Muy Interesante


jueves, 10 de diciembre de 2015

La NASA borra los OVNIs de las fotos, según un hacker

Lleva más de 10 años enfrentándose a la extradición de los Estados Unidos después de colarse en las bases de datos de la NASA y el Pentágono. Se llama Gary McKinnon y parece estar muy, pero que muy convencido de que el gobierno nos engaña y que los extraterrestres son reales. Según él, la NASA lleva años borrando los OVNIs de las fotos y vídeos antes de publicarlos.

Según parece las primeras acusaciones sobre este tema aparecieron en el 2000, cuando otra contratista de la NASA aseguró que la agencia espacial editaba digitalmente las fotografías del satélite, borrando las naves espaciales y los objetos extraños antes de hacerlas públicas.

McKinon la creyó, y para demostrarlo decidió colarse en la base de datos computerizada de la agencia espacial desde la casa de la tía de su novia en Londres. Según McKinnon, la seguridad era tan escasa que fue capaz de hackear la NASA regularmente en un período que fue entre 18 meses y dos años.

Según asegura, dando vueltas por bases de datos de la marina McKinnon encontró un archivo con una lista de "oficiales no-terrestres", con rangos y nombres. También encontró un archivo con "transferencias de material entre naves".

El hacker está convencido que lo que ha encontrado es ni más ni menos que pruebas confidenciales de una base secreta espacial, y ha publicado todos sus descubrimientos en cuatro vídeos que se pueden encontrar en YouTube.

Otra de las pruebas descubiertas por McKinnon fueron las fotos. Según afirma, todas las imágenes estaban divididas en dos tipos: "filtradas" o "procesadas" y "sin procesar". Según parece, intentó descargar una de las fotografías, pero la velocidad era muy lenta y no lo consiguió. Según parece, sólo consiguió ver dos tercios de la imagen, pero lo que vió le convenció.

La imagen mostraba un planeta que parecía ser La Tierra, con una nave espacial con forma de cigarrillo. Por desgracia, le pillaron justo en ese momento, y no pudo conseguir una copia. Fue arrestado poco después, y lleva desde entonces en una batalla legal sobre su extradición de los Estados Unidos.


Fuente:
ComputerHoy.com


miércoles, 9 de diciembre de 2015

La mejor forma de estornudar

Empieza el frío y, con ello, se propagan los resfriados. Sobre todo porque nos hacinamos en lugares cerrados y calientes, todos muy juntos. Sobre todo si tenemos en cuenta que el alcance de los estornudos en mayor de lo que se creía.

Así pues, si debemos estornudar (o toser), no solo hay que taparse la boca. El estornudo verdaderamente saludable, en el sentido de que evitaremos con más facilidad contagiar a otras personas, consiste en hacerlo en un pañuelo de papel (que luego tiraremos) o en la parte interna del codo.

¿Por qué no basta con taparse la boca con la mano? Porque, tal y como demostró un estudio de Wladimir Alonso, del Instituto Nacional de Salud de Bethesda (Maryland), las manos quedarán contaminadas y las llevaremos a boca y mucosas con relativa frecuencia. En el estudio se analizó a 250 personas escogidas al azar que viajaban en el metro de Washington, y se descubrió que tocaban algún objeto de su entorno una media de 3,3 veces por hora y, simultáneamente, se tocaban la cara una media de 3,6 veces.

La parte del cuerpo (cerca de nuestra cara) que tiene menor probabilidad de entrar en contacto con nuestras mucosas, o que luego dejemos contaminado los pomos de las puertas, las barandillas y otros objetos, es la parte interior del codo. Si bien es cierto que estornuda o toser haciendo ese gesto puede que provoque cierta sensación de extrañeza en los demás.


Fuente:
Xataka Ciencia


martes, 8 de diciembre de 2015

El animal más resistente del planeta


¿Inmortal? Casi llega a serlo. No sería exagerado decir que este pequeño animal es de otro mundo. Te presentamos a Tardígrado, popularmente conocido como El oso de agua. Ésta criatura pertenece al grupo de los invertebrados, y al subgrupo de los parartrópodos. Su nombre científico es Hypsibius dujardini, y se caracteriza por tener ocho patas, donde cada pata tiene entre cuatro y ocho pequeñas garras. Su cuerpo oscila entre los 0,05 y 1,25 milímetros.

Su hábitat natural son los musgos y líquenes, y los colores de su cuerpo van desde el naranja rojizo, hasta el verde oliva. Estos animales tienen una anatomía compleja, su cuerpo se encuentra cubierto por quitina, y no poseen ningún sistema circulatorio o respiratorio, el intercambio de gases lo realizan de forma aleatoria a través de cualquier parte del cuerpo.

La mayoría de los alimentos que consumen, los consiguen chupando el contenido celular de las bacterias y algas. Los tardígrados se encuentran en todo el planeta, desde el fondo del mar hasta la cima de la cordillera del Himalaya. Tienen alrededor de 600 especies conocidas, 300 se han descrito en el Ártico y la Antártida, y otras 115 en Groenlandia.

En septiembre de 2007, la Agencia Espacial Europea realizó un experimento utilizando los tardígrados. El experimento consistía en ponerlos dentro de una cápsula espacial, la Foton-M3, y después enviarlos al espacio.

¿El resultado? Los animales no sólo sobrevivieron a los rayos cósmicos, la radiación ultravioleta y la falta de oxígeno, sino que también pudieron reproducirse en un ambiente tan duro. Para que te hagas una idea sobre la resistencia de los tartígrados, te contamos que los rayos ultravioletas producidos en el espacio, son unas mil veces más intensos que los que se producen en la tierra.

Para los científicos sigue siendo un misterio el por qué estos animales lograron sobrevivir durante tanto tiempo sin oxígeno y siendo bombardeados con altas dosis de radiación cósmica.

La longevidad es una de las principales características de los tartígrados, pues pueden llegar a vivir hasta 120 años, un récord para un animal con un tamaño tan pequeño. Además los tartígrados poseen un gran poder curativo a través de sus celulas, y pueden “apagar” su metabolismo cuando hay condiciones adversas como la sequía extrema. También tienen la increíble capacidad de reparar el daño del ADN causado por la radiación.

Si los humanos fueran expuestos a 100 Gy de radiación, morirían de inmediato, pues se produciría un fallo en el sistema nervioso central, lo que resultaría en la pérdida de la coordinación motora, trastornos respiratorios, convulsiones, coma y finalmente la muerte, que podría ocurrir en aproximadamente uno o dos días después de la exposición. En cuanto a los tardígrados, pueden estar expuestos a 5700 Gy de radiación, y aun así seguir con vida.

Todo el que haya pasado por la escuela secundaria, sabe sin duda lo que es una temperatura de 0°. Es como una especie de vacío, en donde las moléculas quedan completamente detenidas, y los organismos no pueden generar nuevas células, pero los tartígrados en cambio, pudieron reproducirse en un ambiente así.

Los tardígrados son una especie realmente extraordinaria, tanto así que muchas universidades en el mundo, se han dedicado a investigar a los tardígrados. Uno de los experimentos de la Universidad de Yale, en Estados Unidos, consistía en someter a los animales a temperaturas bajo cero, hasta que estos se congelaran, para más tarde descongelarlos y comprobar si seguían con vida, y aunque el resultado fue negativo, y los tardígrados no sobrevivieron, los científicos aseguraron que no detendrían sus investigaciones sobre esta especie, pues aún con todo, resultaban ser el invertebrado más particular que hayan visto.


Fuente:
Miscuriosidades

lunes, 7 de diciembre de 2015

La hora de los polos

Los polos son lugares bastante fuera de lo normal por varias razones y esto se extiende a lo que refiere al tiempo. Se podría hasta decir que transcurre de forma diferente allí. De hecho, es difícil hablar de cómo transcurre cuando la mayoría de las referencias que utilizamos para medirlo no se aplican. A medida que nos acercamos a los polos, el concepto de «día» se empieza a trastornar. El sol se oculta por varios meses y permanece en el cielo por otros tantos.

Los husos horarios que utilizamos como referencia en el resto del planeta convergen en los polos, lo cuál nos lleva a preguntarnos: ¿qué hora es allí? Sabemos que aquello de que el huso horario determina la hora es relativo. China, por ejemplo, tiene una única hora, aunque su territorio está atravesado por varios husos. Este está lejos de ser el único caso y ni siquiera consideramos elementos como el horario de verano.

De todas formas, la pregunta sigue manteniéndose vigente: sin husos horarios ni administraciones gubernamentales para guiarse, ¿cómo se determina qué hora es en los polos?


Polo Norte

A la convergencia de husos horarios, el polo norte le suma el problema de la falta de habitantes. No hay nada, ni siquiera una estación de investigación en el polo norte, ya que el terreno no lo permite (lo siento, Santa y sus elfos tampoco están allí). Por esta razón, nadie se ha molestado en elegir un horario para esta zona.

De todas maneras, eso no quiere decir que jamás haya gente en el polo norte. ¿Qué pasa cuando se envía una expedición? Seguro tienen que completar toda clase de informes y bitácoras, ¿qué hora utilizan? La respuesta, lamentablemente, no es muy satisfactoria: usan la zona horaria que les convenga. En general, usan la conocida como GMT (tiempo meridiano de Greenwich) o simplemente la hora de su país.


Polo Sur

En el polo sur las cosas cambian un poco. En sus inmediaciones sí hay varias bases que siempre cuentan con pobladores y estos precisan tener algún tipo de referencia temporal para seguir en su día a día.

La base que se encuentra en pleno polo es la de Estados Unidos. Como la mayoría de sus visitantes pasa por Nueva Zelanda antes de llegar a la Antártida, esta base decidió utilizar el horario de este país en lugar del de los Estados Unidos. Muchos otros países, sin embargo, sí conservan en sus bases el horario de su tierra natal.

La realidad es que, sin importar qué hora elijan, básicamente les dará lo mismo. El sol en los polos sale y se oculta una vez por año, por lo que será noche o día todo el tiempo, elijan el horario que elijan.


Fuente:
Batanga


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